Tuesday, April 10, 2007

Sobisch, renunciá

(pero que tampoco gane Kirchner)

Se explica tanta consternación. El gobierno nacional no se despegó enseguida del gobernador neuquino. Se tomó una Semana Santa de silencio antes de cuestionarlo y ahora todo el país se pregunta: ¿Cómo? ¿Un gobierno peronista ha fusilado a un trabajador?

La fecha no podía ser más crucial. Coincidieron aproximadamente varias conmemoraciones: la del paso del Mar Rojo, la de la pasión de Cristo, la del golpe del 24 de marzo, los 25 años de Malvinas, el levantamiento de Aldo Rico (este año se le dio poca prensa), Walsh, y ahora esta nueva inmolación.

La granada del policía no hizo estallar solamente el cerebro del maestro Carlos Fuentealba: hizo estallar la supuesta alianza de clases.

Pero lo más previsible es que suceda lo mismo que sucedió cada vez que el peronismo se manda una cagada: los nostálgicos del movimiento se remitirán a un peronismo mítico y mejor, el del pasado, del cual este peronismo presente sólo sería una desviación antinatural.
Y así nos va.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home