Friday, December 15, 2006

lo Prometeo es deuda

Se fueron los buitres de mi hígado. Dirección equivocada. No soy Prometeo. Ni robé el fuego de los dioses, ni nadie robó mi fuego. Cada cual ardió en su propia chispa.
Sólo en su propia chispa. Nadie nunca jamás recibió nada: eso es lo insoportable.
¿De dónde saqué que me robaban?
Parecía tan grave sentirse desollado, quemado en la herida abierta por la mujer fatal que se alzó con las joyas. Pero ella cultivó su propia perla. Yo sólo le di un grano de arena. Lo dijo, lo sabe: yo cultivé mi propia perla, dijo. Pero lo dijo creyendo que me mentía, creyendo que se engañaba. Lo dijo sin creerse lo que decía. Me dejó creyendo que me había robado, que una vez más me habían quitado todo. ¿Cuándo alguien me quitó algo? Si nunca me dieron nada. Cada cual ara su propia tierra. El saber que transmito es un saber hacer: hay que trabajar para adquirirlo. Nadie puede llevárselo. Nadie podría robármelo. Yo cobro por dar dos o tres indicaciones y uso alguna influencia gratis. El resto es SU laburo: es obra del talento de los otros.
¿Pero quién se banca ser talentoso? ¿Quién se banca ser el self-made, el que se hizo solo, el autor de sí mismo?
Que el genio sea otro. Que sea otro el héroe, el aristócrata del espíritu. Que sea otro el maldito ladrón del Zeus Bank, capturado en su fuego y su delirio, con sus cadenas infernales y sus pájaros míticos, con su cadaverina y su hepatalgina y su eterno dolor de hígado, y el triste espectáculo que brinda su castigo ejemplar. "No yo, yo no, yo soy un tipo común, soy una tipa sana, sin prosapia ni estirpe." Prefieren sentirse pícaros, creerse pillos. Prefieren el mito de una picaresca: gracias, muchísimas gracias, dicen. Y se van con la falsa sensación de que han dado tan poco a cambio de muchísimo.
Yo les creía y me sentía estafada, explotada, esquilmada, una completa gil. Era halagador y atroz creerles. Pero no es la verdad. No tengo nada. Nadie me roba nada. No podrían. Y sin embargo vivimos de esa pobre ilusión: ellos creen que me roban la fortuna, lo que generosamente Dios me ha dado, injustamente a mí que no tengo dientes. Se van contentos con lo que creen su botín (fruto de su trabajo) porque siempre es más dulce arrebatar el pan con sus encantos a quien lo tenía regalado, que hacerlo brotar sudando de las piedras, ellos que tampoco recibieron nada. Y me dejan con esta herida narcisista que quiere seguir sangrando, porque con su sangrar oculta y vela lo verdaderamente insoportable: nadie recibe nada, nadie nunca jamás recibió nada.

3 Comments:

Blogger Mori Ponsowy said...

QUé bueno!

4:49 AM  
Blogger Diego said...

Xenia,

Este post es realmente extraño. No sé si esa impresión me lo deja esta lectura que acabo de hacer habiéndome tomando una cerveza recién y habiendo comido una milanesa de pollo, pero, no sé, tiene un toque místico interesante. ¿A quién le habla éste post? Hay como un interlocutor que me parece que no es cualquier lector que pase por aquí.

Ya veré de desentrañarlo otro día.

Saludos


Diego

5:40 PM  
Blogger xenia said...

Diego:
"Desentrañar" es aquí más que una simple metáfora. Este post es un ataque de neocortazarismo experimental que me agarró cuando amanecí sin dolor de hígado después de MESES. (Todo gracias en parte a que ya no tomo cerveza ni como milanesas de pollo, que por otra parte les pueden hacer bien a otra gente.) La anestesia natural tuvo un efecto casi psicodélico. En cuanto al interlocutor, estaba pensando en dos grupos en especial y una persona en particular, Ivana. Estos dos grupos serían aquellos bloggers de los tiempos de Kaputt, tiempos en que las mismas ideas se nos ocurrían a todos a la vez y eso me despertaba suspicacias que hoy encuentro vanas e infundadas; y más recientemente, los escritores noveles de las clínicas de obra que doy. Algunos progresan muy rápido y eso es bueno, pero mi forma de trabajo es tal que a nivel subjetivo me pasa lo que cuento en el post: no sé quién hizo qué. Y temo que le pase lo mismo a la otra parte y quede enganchada en una especie de enfermizo vínculo filial conmigo. En realidad el post no da cuenta de ninguna realidad objetiva, sino que intenta despejar incógnitas y responder a la pregunta de por qué esa actividad me cansa tanto.
En un caso en especial, se tramó una amistad que me resulta muy enigmática. Véase, en este blog, mi post "Cosas que no le dije a Ivana". Este post es algo así como el reverso de aquel, como una respuesta a aquel.
Saludos,

7:58 AM  

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