Perdón, Ellen...
Retiro lo dicho en mi post anterior sobre esa nanny ficcional que es Ellen Dean. Resulta que ahora, en el capítulo 23, es a ella a quien le toca padecer: el alegato de Catherine (hija) en favor de su enamoramiento por Linton (hijo) es casi igual de insensato y descocado que el que ella tuvo que oír veinte años antes, de boca de Catherine (madre) cuando decidió (pese a su amor por Heathcliff) casarse con Linton (padre).
La pobre mujer, una dama con los pies sobre la tierra, debe estar pensando: "uf, dos generaciones que se van barranca abajo por culpa del maldito amor" y callando.
O no, capaz que algo dice.
Seguiré traduciendo. Veamos.
Podría escribir un post, sesudo y silvestre a la vez, sobre la serie de los nombres, la repetición, etc., pero no me llevaría a ningún lado y además tengo que laburar.
El "Gabo" hizo guita con esto, ¿por qué yo no?
Un poquito, aunque sea.
La pobre mujer, una dama con los pies sobre la tierra, debe estar pensando: "uf, dos generaciones que se van barranca abajo por culpa del maldito amor" y callando.
O no, capaz que algo dice.
Seguiré traduciendo. Veamos.
Podría escribir un post, sesudo y silvestre a la vez, sobre la serie de los nombres, la repetición, etc., pero no me llevaría a ningún lado y además tengo que laburar.
El "Gabo" hizo guita con esto, ¿por qué yo no?
Un poquito, aunque sea.
1 Comments:
¡Escribilo! Cantame la posta de Cumbres así te lo robo y quedo como un duque cuando rinda el final.
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